La Fiesta Charra durante la Colonia…
En el siglo XIX, durante la época de la colonia, los terratenientes, poseedores de ganado y propietarios de grandes extensiones de tierra, fueron los mayormente beneficiados con la economía rural, para la cual, requirieron de gran cantidad de trabajadores. Las haciendas prósperas, llegaron a emplear varios centenares de peones permanentes, un tanto eventuales y en menor cantidad de arrendatarios y de aparceros que se encontraban en los límites de las haciendas, esparcidos en rancherías o congregaciones y en pequeños caseríos. El agro mexicano giró durante varios siglos en torno a la economía de las haciendas, predominando aquellas criadoras de ganado mayor, en donde | ||
![]() Charros en la época colonial. |
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Conforme a lo reglamentado en 1574, el rodeo era una batida circular que hacían los vaqueros montados en sus caballos para bajar el ganado de las serranías y concentrarlo en un punto donde se haría la selección de animales, ayudándose de largas puyas con punta de hierro, similares a las garrochas.
Los animales sin marca “orejones” se repartían entre los distintos “señores de ganado”, y los de marca desconocida eran entregados a los representantes de las autoridades virreinales como bienes mostrencos. La faena de amansar y arrendar o hacer a la rienda los caballos que, como el ganado bovino se habían multiplicado en estado semi-salvaje en las grandes planicies, requería de hombres diestros y entrenados.
Para separar el ganado que vagaba sin reconocer límites de la Hacienda a la que pertenecían, se designaba un sitio llamado rodeo. Ahí se reunían para contar, reconocer y vender el ganado mayor.
Enseguida los vaqueros marcaban a las bestias con el hierro del hacendado en sitios especialmente designados, ocasión que se convertía en una celebración colectiva. Nacieron entonces los herraderos y así algunos animales eran elegidos para la agricultura o el transporte, y se procedía a caparlos para facilitar las labores. La actividad conocida como “Coleadero” surgió como una necesidad, pues a menudo, las haciendas tenían demasiado ganado; una vez que los animales estaban separados, los vaqueros acostumbraban derribarlos, tirándolos por la cola. Surgía así entre los jinetes un enfrentamiento amistoso-deportivo. | ||
Los Charros… De sus andanzas y faenas…
Durante las dos primeras décadas del siglo XX tenían todavía lugar los rodeos, llamados entonces jaripeos. En el corral mayor se llevaba a cabo la concentración de animales para iniciar la selección en dos pequeños corrales anexos y realizar las tareas de conteo, herraje y capazón, implicando la participación de experimentados jinetes, muy hábiles en el manejo de las reatas para las lazadas de los animales. A los jaripeos se invitaba a connotados charros, expertos en las lides de lazar, colear y jinetear el ganado. Participaban también los señores hacendados y el espectáculo era presenciado por sus familiares y por la población ranchera de los alrededores. Para dar de comer a toda esa concurrencia, eran sacrificados tres o cuatro novillos y se preparaba una suculenta carne acompañada de las populares tortillas recién echas en los comales.
No faltaba el tequila en botellas o bules que se acostumbraba beber a boca de botella, pasando de mano en mano. El Tequila era traído de las tabernas cercanas que lo producían.
La música daba el último toque a la fiesta campirana amenizada por un conjunto de mariachi de alguno de los ranchos próximos. Entre los de a caballo, no faltaban los desafíos de tirar una botella al suelo, y a carrera tendida, levantarla sin caer del caballo… | ||
El Charro protagonista en la Historia de México… | ||
A lo largo de la Colonia y en la época de la Independencia, abundaron los hechos importantes de nuestra historia en los que el hombre a caballo jugó un papel de vital importancia, tanto en las luchas, como en el mantenimiento de la paz, y gracias a sus hazañas los charros consolidaron su figura.
El antecedente de cómo se fue conformando la charrería como grupo importante, se remonta al siglo XVIII, cuando un contingente de soldados llamados “Dragones de la Cuera”, vigilaban los presidios desde Bahía Matagorda, en el Golfo, hasta el río Sacramento, en California del Norte. El grupo protegía a la Nueva España de las invasiones de los indios bárbaros, allá por 1730. De la vestimenta de estos soldados, sobresalía la cuera de ante, que resultaba resistente a las flechas y hacía las veces del “escahuipil” de la época prehispánica. Esta prenda tenía mangas y llegaba hasta las rodillas; estaba acojinada por dentro con piel de borrego y era usada con un cinturón de piel cruzado al pecho. En las bolsas de la cuera, estaban bordadas las armas del rey. | ||
El Chinaco… antecedente más directo del charro… | ||
Durante la guerra de Independencia, se les nombraba “cuerudos” y eran | ||
Chinaco en Chapultepec |
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Durante el Porfiriato, se hicieron famosos los “Rurales”, un cuerpo de voluntarios cuya misión consistía en perseguir a los ladrones y a los asaltantes que asolaban el campo mexicano, haciendo intransitables los caminos de México.
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| ![]() Los Rurales en la época porfiriana | |
Durante la época de la Revolución y el reparto agrario, muchas Haciendas desaparecieron o quedaron irremediablemente fraccionadas. Inicia entonces el éxodo masivo del hombre de campo hacia los centros urbanos. Con nostalgia, tanto el antiguo hacendado como sus caporales y vaqueros, buscan un lugar en dónde recrear las faenas campiranas que orgullosamente habían desempeñado en las haciendas, las estancias y los ranchos. Así nacen las Asociaciones y los Lienzos Charros y la Charrería se convierte en deporte nacional y espectáculo sin precedentes | ||
Los Charros… De sus atuendos y atavíos… | ||
El notable historiador Luis Pérez Verdía en su libro “Historia Particular de Jalisco” (1911) hace referencia al ranchero rico que: “…usaba vestido de cuero o de género de lana, mangas o sarape de estambre o de Saltillo, que alcanzaba el precio de una onza de oro, botas de montar llamadas de campana con ataduras de cuero o fuertes cintas de color y sobrero de ancha falda…” El traje charro tiene, entre sus antecedentes, los atuendos de los jinetes hispanos, quienes hacían prendas verdaderamente extraordinarias, especialmente suntuosas, con adornos de plata y oro. Según algunos historiadores, su origen principal está en el traje de Salamanca, España, al que también se llamaba “Charro”. | ||
Maximiliano de Habsburgo |
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Para los peones, además de chaquetas, calzoneras y pantalones de cuero, pantalones de jerga en rojo y negro. Las mujeres, estaban encargadas de bordar las camisas de padres, hermanos y novios.
A los sombreros se les fueron agregando bordados distintos que hacían juego con el resto del traje: dibujos de flores, águilas, búhos o serpientes; todo en plata u oro, según los gustos y las posibilidades del dueño. | ||
El atuendo Charro de ayer y de ahora ... | ||
El atuendo charro ha tenido dos etapas importantes: La correspondiente a la época de Maximiliano y la que sigue vigente hasta nuestros días |
TRIBUS URBANAS. VAQUEROS
Vaqueros o Cowboys Un cowboy (en español vaquero) es el encargado de las tareas relacionadas con la ganadería en el oeste de los Estados Unidos, en estados del norte de México como Nuevo León, Chihuahua, Sonora, Durango y Coahuila; y también en la provincias de Alberta y Saskatchewan en Canadá. Su figura adquirió trascendencia en la segunda mitad del siglo XIX con el surgimiento de las rutas ganaderas desde Texas hacia el norte de los Estados Unidos después de la guerra civil, cuando el transporte de los animales por tierra requería de jinetes de gran destreza y resistencia. Su estilo de vida y trabajo fue heredado de los mexicanos que vivieron en el actual territorio texano y su crianza del ganado introducido por los españoles desde el siglo XVI. Ha sido idealizado como el protagonista de numerosas historias románticas que se incluyen en el llamado género western. El femenino del cowboy es la cowgirl. También llamado buckaroo por deformación de la palabra «vaquero» en español....
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